“EE.UU. tiene grandes vacíos en la política laboral y de bienestar social que explican porqué es muy fácil seguir culpando a las personas extranjeras por los malestares de la sociedad”

Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman en Nueva York, con nuestro copresentador Juan González, quien nos acompaña desde Chicago.

Mientras nueve gobernadores demócratas encabezados por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, han pedido al presidente Biden y al Congreso que aborden la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes en Estados Unidos, examinamos las condiciones que padecen decenas de miles de solicitantes de asilo en la ciudad de Nueva York. Muchos de ellos han llegado durante el último año en autobuses desde Texas, como parte de las medidas antiinmigrantes del gobernador republicano Greg Abbott.

El 21 de enero, una niña de 3 meses murió en un refugio en Queens tras sufrir un paro cardíaco. Esto se produce en medio de una actual crisis de vivienda para migrantes y solicitantes de asilo en la ciudad, que ha dejado a muchos de ellos en dificultades para encontrar un lugar seguro para hospedarse después de que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, impusiera un límite de 60 días para que las familias permanezcan en refugios y 30 días para hombres solteros.

Alrededor de 2.000 hombres, mujeres y niños migrantes que se alojan en una remota instalación de carpas ubicada en un antiguo aeropuerto llamado Floyd Bennett Field han enfrentado temperaturas bajo cero durante días. Democracy Now! fue al campamento el 20 de enero y habló con Fabiola Mendieta-Cuapio, una activista de Brooklyn que gestiona recursos para cubrir las necesidades esenciales de los inmigrantes.

FABIOLA MENDIETACUAPIO: Las condiciones en el interior del campamento no son las mejores para las familias. Hemos recibido quejas de que la gente se enferma porque hace frío. Ellos tienen calefacción adentro. Pero aun así, como ustedes saben, el área está muy fría y aislada. (…) Siento que una de las mayores necesidades en este momento no es solo ropa y comida. A veces las personas sólo necesitan obtener acceso o información sobre el distrito escolar, adónde ir si necesitan seguro médico. Sé que la ciudad ha estado trabajando con algunas familias, pero también creo que la traducción a diferentes idiomas es una gran necesidad en el campamento. Hemos visto que muchas familias no reciben servicios porque no hablan español. La gente asume que porque tienen una apariencia física similar a la mía hablan español. No es el caso. Tenemos muchas familias indígenas dentro del campamento. Tenemos familias de todo el mundo que hablan otros idiomas. Y creo que la barrera del idioma impide que estas familias obtengan los servicios que requieren. Otra gran necesidad que tienen es el acceso a servicios de salud mental. La gente está realmente traumatizada.

AMY GOODMAN: Escuchábamos a la activista Fabiola Mendieta-Cuapio hablando con la productora de Democracy Now! Tami Woronoff.

Democracy Now! también habló con una solicitante de asilo y madre soltera de Ecuador que se ha alojado en el campamento de Floyd Bennett Field con sus dos hijas pequeñas desde finales de diciembre. Su pareja murió mientras cruzaban la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá en ruta a Estados Unidos. La inmigrante dijo que huyó de Ecuador después de recibir amenazas de una pandilla y sobrevivir años de violencia doméstica. Pidió que ocultáramos su identidad por motivos de seguridad.

SOLICITANTE DE ASILO: Salí el 4 de agosto. Me duré cinco meses en poder llegar aquí porque en el camino me robaron, me dejaron hasta sin zapatos. En México casi me la roban a mi hija, la de seis años, pero gracias a unas personas que me ayudaron y están conmigo. La verdad, no tenía plata ni para poder comer. Dormí en la calle con mis hijas, en ese frío y la verdad en toda la travesía es súper feo. Pero yo estoy con mis dos nenas y yo no puedo, le dije. Y encima, como están estudiando, mis dos hijas, no puedo ni conseguir todavía trabajo, por que se me hace super difícil irles a dejar y, de nuevo, venir, y estar dos horas aquí y vuelta a regresarme, a traerles, y ya me coge la tarde. Y yo ya no puedo ni conseguir trabajo. Estoy esperando a ver si aquí me ayudan… Yo poder salir tranquila, a buscar un trabajo, para poder estabilizarme con mis dos hijas, y así seguir adelante, como le digo. Ya que estoy sola aquí. Aquí no conozco a nadie.

Yo desde pequeña he trabajado demasiado, como le digo. Nunca me he quedado por nada, por eso me dicen a mi las personas que me conocen: “Usted es una trabajadora bien luchadora, has sacado a tus hijos… Mi hija tiene seis y la otra tiene once…recién estaba en el hospital mi hija, porque mi hija estaba ardiendo en fiebre y no le bajaba con ningún medicamento, le di pastillas, pero, no le bajaba la fiebre y yo me asusté bastante.

MARÍA TARACENA: Señora, ¿desde hace cuánto está usted en este lugar, en este sitio otorgado por la ciudad? ¿Puede describirnos cómo son las condiciones adentro? Digamos, hoy es un día en el que hace mucho frío, ¿nos puede describir cómo ha sido estar ahí dentro y lo lejos que queda de todo este lugar?

SOLICITANTE DE ASILO: La verdad aquí como digo no me puedo quejar así, como digo, como otras personas… No tenemos ni que lavar ropa, nos lavan la ropa… bueno la comida, no es la mejor comida, pero tenemos un plato de comida, aunque sea es comida caliente, estamos en una carpa que no tenemos ni cama pero tenemos aunque sea una camilla para poder dormir, porque si no fuera porque en Estados Unidos nos dan un (inaudible) estaríamos durmiendo en la calle.

AMY GOODMAN: Escuchábamos a María Inés Taracena de Democracy Now! hablando con una madre solicitante de asilo proveniente de Ecuador. Después de llegar a Nueva York, la inmigrante le pidió al padre de una de sus hijas que le enviara dinero para cubrir necesidades urgentes. Pero fue estafada por una mujer que ella pensó que estaba dispuesta a ayudarla.

SOLICITANTE DE ASILO: Como yo no tenía número de teléfono de aquí de Estados Unidos, yo no podía retirar, y no tenía pasaporte también, y me dijo: “Envíame, yo te voy a dar mis datos y dígale que me envíe a mi nombre”. Y ella retiró el dinero, yo le suplique hasta le llore que por favor si me puede enviar el dinero.

AMY GOODMAN: La madre ecuatoriana lloró mientras describía los años durante los que fue sometida a violencia doméstica por su padre y varias parejas en Ecuador. También habló sobre su primer esposo y padre de sus hijos mayores que todavía están en Ecuador.

SOLICITANTE DE ASILO: El papá (de uno de mis hijos) me pegaba, me humillaba, me dejaba dormir afuera, en ese frío. La última vez me quiso apuñalar. Me dijo: “Te voy a matar, porque usted me molesta”, me dijo. Y yo recién apenas 12 años (cuando me entregaron a él) y él tenía 23 años… con él, sobra decir, sufrí demasiado. Yo no me crié con mi papá ni con mi mamá verdadera, porque mi papá también era súper, súper malo. de verdad que a veces me da ganas de morirme.

AMY GOODMAN: Para más información sobre la crisis humanitaria que sufren los solicitantes de asilo en Nueva York y Chicago, hablamos con Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, un grupo a favor de los derechos de los inmigrantes que también está atendiendo la llegada de miles de migrantes en Chicago.

Oscar, bienvenido de nuevo a Democracy Now! Escuchábamos a la solicitante de asilo ecuatoriana que huyó de la violencia con sus dos hijas en un refugio del que podría ser expulsada. En Nueva York, las familias tienen 60 días. Creo que en Chicago se está imponiendo el mismo plazo. ¿Puede hablarnos sobre la política de inmigración general y lo que cree que se debe hacer?

OSCAR CHACÓN: Bueno, creo que uno de los problemas principales que tenemos en el país son décadas de negligencia de nuestros legisladores federales en cuanto a modernizar la ley de inmigración en general, de manera que esté más alineada con la realidad en la que vivimos hoy. Eso incluye también las leyes de protección humanitaria. Creo que las palabras de esta mujer destacan claramente como nuestras leyes en la actualidad son incapaces de verdaderamente brindar la protección y el apoyo que necesitan personas que han salido desesperadamente de esos países.

Ese es el otro aspecto que creo que es importante resaltar. La gente que sale hoy en día de países como Ecuador, como Venezuela, México, incluso no lo hacen porque tengan otra razón más que el completa agotamiento de esperanza de encontrar una mejor posibilidad para ellas, ellos y sus hijos y sus hijas. Yo creo que esto es importante entenderlo. Mientras no seamos capaces de modernizar la ley de inmigración, vamos a seguir causando dolor humano, como lo vemos en el caso de esta familia en Nueva York, pero también ha pasado en otras ciudades de los Estados Unidos y pasa todos los días en la frontera sur de los Estados Unidos.

JUAN GONZÁLEZ: Oscar Yo quisiera preguntarle por el papel del Gobierno de México en estas discusiones ahora en términos de la política de inmigración de Estados Unidos. El presidente de México, López Obrador, al principio de este mes declaró que para recibir la cooperación del Gobierno de México en términos de las deportaciones de Estados Unidos a México, él quiere que el gobierno del presidente Biden haga unas cuantas cosas, incluyendo permisos de trabajo, no solamente para los que llegan hoy en día, sino para los indocumentados que están aquí en Estados Unidos.

Él quiere también poner fin a los embargos de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela. Y también quiere que los Estados Unidos se comprometan a dar 20 mil millones de dólares en ayuda a América Latina para combatir la raíz del problema de la inmigración, las condiciones económicas en el continente. ¿Qué piensa usted de lo que está pidiendo López Obrador?

OSCAR CHACÓN: Bueno, la posición del Gobierno de México y del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, es una posición que con frecuencia ha estado en desacuerdo con el enfoque general de la política estadounidense, que es un enfoque casi exclusivamente dirigido a detener los flujos de cualquier manera que sea. Es más, hay que recordar que cuando Andrés Manuel López Obrador era candidato para la presidencia, él planteaba posiciones sumamente innovadoras y necesarias que destacaban mucho la importancia de entender por qué la gente se va de sus países y la importancia de atacar precisamente las políticas económicas, sociales, culturales, el deterioro democrático como factores que si no se resuelven, el desafío migratorio va a continuar.

Yo creo que esto lo hemos visto en repetidos momentos a lo largo de la administración de Andrés Manuel López Obrador, pero hay que destacar, si bien es cierto que hay un desacuerdo entre México y Estados Unidos, lo que ha terminado prevaleciendo a lo largo de los últimos cinco años y medio es la postura estadounidense, que es una postura de contención, una postura de castigo ante los flujos migratorios sin verdaderamente prestar atención a los factores que originan que haya tantas personas desesperadamente buscando un mejor lugar donde vivir.

Yo creo que en este momento, ya que estamos prácticamente en el último tramo de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, creo que México tiene un potencial rol importante de convertirse en un vocero importante de una postura nueva, diferente, desde América Latina, que abogue precisamente por un cambio dramático en el enfoque de la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina.

Y hay que recordar esto va mucho más allá del monto de ayuda. Yo destaco que el año pasado las remesas familiares a América Latina fueron de 156 mil millones de dólares. Aun si Estados Unidos aportara 20 mil millones, te estás quedando muy cortito con relación a lo que significan, por ejemplo, las remesas. Pero más allá de la ayuda, lo importante es un cambio dramático en la dirección de la política económica, social, cultural y en el estado de la democracia.

JUAN GONZÁLEZ: Y quisiera preguntarle también de la situación en Chicago, donde hoy en día hay más de 34.000 migrantes que han llegado pidiendo asilo en Estados Unidos y también ha causado divisiones, no solamente con la comunidad afroamericana, pero también dentro de la comunidad latina, en término de que muchos empleadores hoy en día están despidiendo a mexicanos y guatemaltecos y otra gente de Centroamérica que no tienen papeles, y en su lugar tratando de emplear a venezolanos o a los recién llegados. ¿Qué piensa usted de esta táctica de los capitalistas en Estados Unidos?

OSCAR CHACÓN: Yo creo que eso es un ejemplo perverso de cómo funciona el capitalismo y cómo funciona la política laboral en una ciudad como Chicago, pero francamente, esto es extensivo al resto del país. Creo que es importante recordarle a la audiencia que la única razón por la cual hay más de diez millones de personas viviendo en este país sin papeles, pero trabajando en Estados Unidos, es porque es la manera más fácil de explotarlos. Es la manera más fácil de asegurar que estos trabajadores estén dispuestos a trabajar por poco dinero y estén dispuestos a ser muy dóciles con lo que sea que los empleadores les piden. Es importante recordar también a quienes nos ven y nos escuchan que, con frecuencia, cuando hablamos de las personas extranjeras sin papeles culpamos a las personas migrantes, pero nunca prestamos atención al lado de los empleadores, los patronos, que al final de cuentas se lucran enormemente de explotar la mano de obra de quien sea. Y este es un patrón que se repite a lo largo de la historia. En otros momentos la idea era emplear, por ejemplo, trabajadores negros, precisamente porque eran más baratos y más dóciles que los trabajadores blancos.

Al final de cuentas, tenemos que tener muy claro que Estados Unidos es un país que tiene grandes vacíos, tanto en la política laboral como también en la política de bienestar social, que explican precisamente porque cuando combinas estos factores con la política migratoria se hace muy viable seguir culpando a las personas extranjeras como si fueran los causantes de los malestares que tenemos en la sociedad. Pero, insisto, los malestares en la sociedad son el resultado de un acto negligente, perverso, de quienes son responsables de hacer política pública. Y esos son los legisladores que están en la Casa de Representantes y en el Senado. Lo que está pasando en Chicago con esto que tú mencionas, Juan, repito, es una repetición de un patrón que hemos visto a lo largo de la historia. La ley laboral debería de evitar que estas cosas pasen, pero lamentablemente estamos muy enfocados en apoyar la lógica de conseguir máxima ganancia a cualquier costo.

AMY GOODMAN: Oscar Chacón, ¿cómo evalúa el acuerdo fronterizo que se está negociando entre demócratas y republicanos? The New York Times publicó un artículo titulado “Con un acuerdo fronterizo cerca, la libertad condicional y el presupuesto son los protagonistas en el Senado”. El artículo dice: “Republicanos y demócratas han acordado intentar reducir el número de migrantes a los que se concede libertad condicional para permanecer en Estados Unidos, pero llegar a un compromiso requerirá dinero y persuasión de ambas partes”. ¿Qué es la “libertad condicional de inmigración” y qué sugiere Biden para cambiarla? Los republicanos usan dicha medida para atacar a Biden, pero, ¿usted cree, en general, que la posición demócrata es tan diferente de la de los republicanos? ¿Biden ha sido diferente de Trump? ¿Qué medidas cree que se deberían tomar?

OSCAR CHACÓN: Bueno, lo primero hay que explicar es en qué consiste el concepto de “parole” humanitario. Es una medida que el gobierno federal ha tenido a su disposición para precisamente ofrecer un mecanismo rápido de protección a personas que necesitan apoyo y que no necesariamente pueden ser procesadas por otros canales ordinarios que demoran mucho tiempo. El ejercicio del “parole” es una decisión que tiene, repito, de acuerdo a la ley actual, la rama ejecutiva del Gobierno estadounidense, que es la responsable de aplicar la ley de inmigración.

Lamentablemente, la negociación entre la Casa Blanca y el Congreso está sumamente permeada por una lógica perversa, racista, supremacista, blanca, xenófoba, es decir, de odio hacia las personas extranjeras que lamentablemente el Partido Demócrata ha venido permitiendo desde por lo menos principio de la década de los 1990. Desdichadamente, el Partido Demócrata nunca ha logrado articular una narrativa genuinamente diferente a la narrativa racista y xenófoba que ha emanado principalmente del Partido Republicano. En este sentido, es lamentable que la administración Biden hoy por hoy, pero esto pudo haber pasado también y pasó definitivamente en la administración Clinton, en la administración de Barack Obama, donde se sacrifican los derechos de las personas extranjeras, bajo la lógica de que al llegar a acuerdos de esta naturaleza con el Partido Republicano, se puedan habilitar caminos para mayores reformas migratorias. Esta ha sido una falacia que se ha mantenido a lo largo de décadas y mientras el Partido Demócrata siga siendo un partido que en esencia comulga, que en esencia está de acuerdo con las posturas tan racistas y xenófobas que dirige desde el Partido Republicano, creo que los derechos de las personas migrantes van a seguir sufriendo y las vidas de las personas migrantes van a seguir siendo vulneradas y es penoso que se esté llegando a un acuerdo que, repito, redunde en última instancia en dañar la vida de las personas migrantes.

JUAN GONZÁLEZ: Oscar, quisiera preguntar acerca de cómo está actuando el alcalde de Chicago en términos de la crisis migratoria, que esa ciudad está enfrentando. Se supone que Brandon Johnson, el alcalde, es mucho más progresista políticamente que el alcalde de Nueva York, pero ¿cómo usted ve el el trabajo de su administración en términos de confrontar el problema de los venezolanos y otros latinoamericanos que están llegando a Chicago?

OSCAR CHACÓN: Mira, lo primero a señalar, Juan, es que el alcalde Brandon Johnson ha tratado de manejar la situación de una manera sumamente cuidadosa y respetuosa de la dignidad de la vida de las personas. Yo destaco en particular su manera consistente de no caer en el plano de culpar a las personas migrantes como si fueran las causantes de los desafíos que se están enfrentando.

Con eso dicho, quiero también señalar de que claramente al alcalde Johnson le ha tocado enfrentar un desafío para el cual no estaba preparado. Y es un desafío que aún el alcalde más progresista del planeta no podría resolver positivamente, porque hay factores condicionantes que limitan enormemente la capacidad de acción exitosa de un alcalde como Brandon Johnson. Hay que recordar que el problema de Chicago, que es el problema de los Estados Unidos de América, es que hemos tenido ya más de cuatro décadas de completa negligencia cuando hablamos del bienestar de las personas, del bienestar de las mayorías, me refiero a cómo hemos permitido que el cuidado médico, incluyendo la salud mental, se deterioren. Que la gente no tenga verdaderamente acceso a estos cuidados de una manera adecuada. El problema de la vivienda, ya la gente que vivía en la calle era un problema grave antes de que estuviéramos hablando de la crisis migrante.

Hay que destacar también las escuelas que han venido sufriendo un deterioro gradual y que muchas familias en Chicago, especialmente personas de minorías étnico-raciales, personas negras, las viven todos los días. Entonces, estas crisis son crisis que, repito, no las genera la migración. Son resultado de negligencia por décadas, en cuanto a no gobernar para conseguir el bienestar de las mayorías.

Claro, cuando llegan personas migrantes, inevitablemente la gente tiende a culpar a lo más inmediato. Y por eso es que hemos visto quejas no solamente de personas migrantes que tienen más tiempo de vivir en Chicago, sino también de personas de la comunidad negra en Chicago, reclamando algo al alcalde Johnson por las medidas que ha tomado. Insisto, desdichadamente, el mejor alcalde del planeta no necesariamente estaría haciendo un mejor trabajo. Yo creo que aquí la oportunidad que tiene el alcalde Johnson es de ayudar a llevar esta conversación a un plano de identificación de propuestas que sirvan para aprovechar esta crisis para motivar procesos de cambio que nos ayuden a mejorar como nación.

AMY GOODMAN: Oscar, ¿puede hablar sobre la medida de los gobernadores republicanos del sur de enviar solicitantes de asilo, quienes a menudo no saben a dónde van, en autobuses a ciudades demócratas como Chicago y Nueva York? Una de las compañías de autobuses está demandando a Chicago por no dejarlos entrar y, en Nueva York, el alcalde Adams ha demandado a varias de estas compañías.

OSCAR CHACÓN: Mira, yo creo, Amy, que el problema fundamental es que el Partido Republicano, aún cuando es un partido sumamente perverso, tiene mucha claridad de lo que quiere hacer, ¿verdad? El Partido Republicano busca a toda costa crear caos, crear divisiones en la sociedad y jugar con muchos aspectos de la sociedad estadounidense que permiten precisamente fomentar aún más este ambiente de caos y de divisiones.

Indudablemente, la estrategia de enviar a personas, en un comienzo bajo engaños muy claros, a lugares como Chicago, Washington, D.C. Y Nueva York, pero que ahora ha evolucionado, hacen que la gente firme de hecho autorizaciones muy detalladas que liberan de culpabilidad a estos gobernadores, pero lo hacen claramente con la intención de fomentar un ambiente de caos en ciudades que han sido históricamente a lo largo de las últimas décadas firmemente demócratas, y lo que quieren es precisamente elevar el grado de prominencia que va a tener el tema de los extranjeros y el tema migratorio en el contexto de la política electoral del 2024, y ocupar esos elementos para culpar a los demócratas como los responsables de crear este entorno de crisis y fracasos. Yo creo que esto ayuda a la estrategia electoral del Partido Republicano. Se trata, en última instancia, de una estrategia muy cuidadosamente tejida, repito, perversa, pero indudablemente inteligente.

AMY GOODMAN: Quiero hacerle esta pregunta a Juan. Usted es el autor de “La cosecha del imperio: historia de los latinos en Estados Unidos”, el cual es usado como libro de texto en escuelas de todo el país. El año pasado se publicó una edición actualizada en inglés y en español. ¿Puede hablar sobre los recursos que el Gobierno federal, sea republicano o demócrata, dedica a la política migratoria no solo en este país, sino en América Latina, como lo planteó en su reporte publicado por el Instituto Great Cities? ¿Qué cree que debe hacerse? Hable también sobre las condiciones que ha puesto el presidente de México ante la presión por parte de Estados Unidos en relación al tema fronterizo, como el levantamiento de las sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.

JUAN GONZÁLEZ: Yo creo que lo más importante de entender es que, como Oscar ha dicho, uno tiene que entender las raíces del problema de la migración, que es más de 200 años de los Estados Unidos tratando de controlar a América Latina, especialmente en términos de controlar los recursos naturales de la región, de usar los trabajadores latinoamericanos como mano de obra barata para las corporaciones en Estados Unidos, no solamente las que están aquí en este país, sino las corporaciones por toda la región.

Y yo creo que entender eso, la desigualdad y el tumbar Gobiernos por toda América Latina por años, eso es la base que ha causado los problemas de América Latina y que causa que tanta gente quiera ir de su país a los Estados Unidos. Y por eso es que es importante buscar una forma de dirigirse a la base del problema y yo creo que eso es lo importante de lo que AMLO ha dicho. A la misma vez, el dinero que los Estados Unidos está gastando en seguridad en la frontera es increíble. Más de 300 mil millones de dólares en los últimos 20 años han estado dirigido a los presupuestos para controlan la frontera, y mientras tanto tenemos más inmigrantes cruzando la frontera que en toda la historia de Estados Unidos. Obviamente, esa política no está funcionando y es muy importante buscar una forma de cambiar las leyes de migración en Estados Unidos por completo, no solamente en términos de los indocumentados, pero de trabajadores migrantes legal, por ejemplo, con el bracero, el programa de braceros en los años 50 y 60, que era una forma legal de que la gente pudiera venir a este país a trabajar legalmente y regresar a sus países. Y el tema de las visas por país, obviamente países como México, China y Filipinas necesitan tener más visas cada año, porque de esos países son en número más grande de residentes que vienen a Estados Unidos. Así que creo que es muy importante ver la base, la historia del problema y entonces buscar soluciones.

AMY GOODMAN: Esta ha sido una discusión muy importante que seguiremos manteniendo. Muchas gracias a Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, una organización a favor de los derechos de los inmigrantes con sede en Chicago. Y, por supuesto, a nuestro copresentador Juan González, autor de “La cosecha del imperio: historia de los latinos en Estados Unidos”, entre otros libros. Para ver nuestra entrevista en inglés, visite democracynow.org. Soy Amy Goodman con Juan González, para otra edición de Democracy Now!

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