Un análisis exhaustivo de los diferentes tipos de pases clínicos en medicina hospitalaria – Gestión y Economía de la Salud

Dr. Tanveer Shaik,un Kanishk Aggarwal, MBBS,b Bhupinder Singh, MBBS,c Dr. Aanchal Sawhney,d Riya Naguluri,e Dr. Rohit Jain,un y el Dr. Rahul Jainun

Shaik T, Aggarwal K, Singh B, Sawhney A, Naguluri R, Jain R, Jain R. A comprehensive analysis of different types of clinical rounds in hospital medicine. Proc (Bayl Univ Med Cent). 2023 Dec 20;37(1):135-141. doi: 10.1080/08998280.2023.2261086. PMID: 38173995; PMCID: PMC10761014.

El propósito primigenio de este blog, en función a la formación del autor, es tratar de mejorar la gestión clínica, la gestión asistencial y la seguridad de los pacientes, esto es lo que hace mejorar las rondas médicas en los establecimientos con internación, la comunicación entre el equipo multidisciplinario y los pacientes-familiares, por un modelo de atención centrada en la persona. Este artículo que revisiona las formas de hacer el pase, me pareció importante y actual por eso lo traigo. El aporte sobre políticas sanitarias, sobre medicamentos, mercados, redes, el futuro de la salud no son desdeñados sino que forman parte de la línea editorial, que mucho de los lectores enriquecen y proponen, en este espacio de capacitación colectiva.

Las rondas en la sala médica o como la llaman los autores de mesa de trabajo y las rondas junto a la cama son dos métodos que los profesionales de la salud emplean durante las rondas clínicas para la atención del paciente y la educación médica. Las rondas a pie de cama implican la participación directa del paciente y el examen físico, lo que tiene un impacto significativo en los resultados del paciente, como la mejora de la comunicación y la satisfacción del paciente. Las rondas de mesa se realizan en una sala de conferencias sin la presencia del paciente e implican la discusión de los datos del paciente, lo que es más eficaz para fomentar una educación médica estructurada. Tanto las rondas junto a la cama como las de mesa tienen pros y contras, y los profesionales de la salud deben tener en cuenta los requisitos específicos de sus pacientes y estudiantes de medicina a la hora de decidir qué enfoque utilizar. Esta investigación utilizó una búsqueda exhaustiva para identificar recursos relevantes, como enlaces a sitios web universitarios, así como una búsqueda en PubMed utilizando palabras clave relevantes como ‘redondeo junto a la cama’, ‘redondeo de mesa’ y ‘satisfacción del paciente’. La relevancia, la fecha de publicación y el diseño del estudio fueron la base de los criterios de inclusión. Este estudio comparó la efectividad de estos dos métodos en función de la comunicación con el médico, la educación médica, la atención al paciente y la satisfacción del paciente.

Las rondas clínicas son una actividad esencial en el ámbito médico que cumple cuatro funciones: comunicación, educación médica, atención al paciente y evaluación.1 La comunicación con los pacientes y sus familias durante las rondas, incluida la información sobre los planes de tratamiento, la educación y la toma de decisiones colaborativa, es parte del proceso.2 La enseñanza y el aprendizaje durante las rondas constituyen educación médica.2 Brindar atención al paciente incluye la realización de exámenes físicos, una revisión de los sistemas y decisiones sobre el cambio de un plan de tratamiento.2 El médico tratante evalúa la aptitud de los residentes para diversas operaciones o deberes médicos y ofrece comentarios sobre su desempeño como parte del proceso de evaluación. Este tipo de evaluación es típica en la educación médica y ayuda a garantizar que los residentes adquieran las habilidades y la experiencia necesarias para convertirse en médicos expertos.2 Las rondas clínicas implican reunir a los miembros del equipo, incluido el personal auxiliar, y hablar sobre el paciente. Uno de los miembros del equipo, generalmente el residente o un estudiante de medicina, presenta al paciente como un caso de una manera precisa de nota SOAP (subjetiva, objetiva, evaluación, plan). La presentación del caso es seguida por una discusión entre los miembros del equipo y la formulación de un plan con respecto al manejo y disposición del paciente.3 Los estudiantes de medicina pueden aprender habilidades cruciales necesarias para practicar la medicina durante las rondas clínicas.3

El redondeo junto a la cama y la mesa son métodos comúnmente utilizados para realizar rondas clínicas hospitalarias. Durante las rondas junto a la cama, los médicos, enfermeras, estudiantes de medicina, farmacéuticos, trabajadores sociales y administradores de casos conversan con los pacientes en sus habitaciones o los discuten fuera de la habitación (Figura 1). Por el contrario, el redondeo de mesas es un método clínico en el que los proveedores de atención médica analizan la atención y el progreso del paciente en una sala de conferencias o en un área designada en lugar de al lado de la cama del paciente (Figura 2). Ambos enfoques tienen ventajas y desventajas; Los profesionales de la salud debaten con frecuencia cuál es más eficaz.4

Figure 1.

Rondas junto a la cama: Un grupo de profesionales de la salud, que incluye al asistente, al residente, a las enfermeras, a los farmacéuticos y a los estudiantes de medicina, se reúnen alrededor de la cama del paciente, participando en una discusión colaborativa con el paciente y sus familiares.

Figura 2.

Rondas de mesa: Una discusión colaborativa de casos de pacientes entre médicos tratantes, residentes, farmacéuticos y estudiantes de medicina reunidos alrededor de una mesa en una sala de conferencias.

Durante las rondas junto a la cama, los proveedores de atención médica discuten la afección, el progreso y el plan de atención del paciente con el paciente y sus familiares o cuidadores.5 Esta discusión ayuda a los pacientes y a los equipos de atención médica a comunicarse de manera efectiva, centrándose en la atención centrada en el paciente, lo que mejora la participación del paciente.6,7 Los pacientes consideran que el personal médico es más empático si realizan rondas junto a la cama en comparación con las rondas de mesa.8 En un estudio realizado en un hospital universitario universitario, el 94% de los participantes adultos (n = 100) admitidos en un equipo de hospitalización de medicina familiar informaron que el personal médico pasaba suficiente tiempo con ellos; El 98% de la muestra (n = 105) refirieron conocer la afección por la cual recibían atención médica; y el 94% (n = 105) informó que el personal médico le dio explicaciones claras sobre el diagnóstico y el tratamiento.8 En una escala de 1 a 5, los participantes afirmaron que fueron incluidos en la toma de decisiones por el personal médico (4,62, desviación estándar (DE) 0,72), que creían en el personal médico (4,91, DE 0,32), que estaban satisfechos con el trato que recibieron (4,85, DE 0,38) y que su personal médico mostró empatía (4,84, DE 0,44) (Tabla 1).8 Además, las rondas a pie de cama brindan a los profesionales médicos la oportunidad de evaluar la salud del paciente y responder a cualquier consulta o inquietud que el paciente o la familia puedan tener, todo lo cual puede mejorar los resultados clínicos.9

Tabla 1.

Preferencia del paciente por las rondas junto a la cama*

Pregunta/enunciado Porcentaje/escala (1–5) Desviación estándar
El personal médico pasó suficiente tiempo con los participantes 94%
El personal médico proporcionó explicaciones claras sobre el diagnóstico y el tratamiento 94%
Los participantes fueron incluidos en la toma de decisiones por parte del personal médico 4.62 0.72
Los participantes creyeron que el personal médico 4.91 0.32
Los participantes quedaron satisfechos con el trato que recibieron 4.85 0.38
Los participantes sintieron que su personal médico mostró empatía 4.84 0.44

Se ha demostrado que las rondas de cabecera en las que participan enfermeras y residentes mejoran la comunicación interprofesional y la productividad en el lugar de trabajo.10 Un estudio prospectivo en el que se compararon las rondas junto a la cama y la mesa en un departamento de emergencias académico asignó aleatoriamente una muestra de conveniencia de 408 horas de turnos clínicos a las rondas junto a la cama o a la mesa.11 Los datos recopilados incluyeron la frecuencia con la que se discutió sobre el diagnóstico diferencial, las consultas realizadas a cada paciente, el tiempo que se discutieron las terapias alternativas, la cantidad total de discusiones sobre las pruebas alternativas, el tiempo dedicado a discutir y demostrar los resultados de los exámenes y la evaluación de la calidad educativa por parte de los residentes.11 Se logró un tamaño muestral de 274 casos de pacientes mediante la asignación aleatoria de 20 turnos dentro de cada grupo.11 El principal resultado fue el aumento de la discusión sobre el diagnóstico diferencial, que ocurrió con mayor frecuencia en el grupo de cabecera (72% frente a 53%), lo que también mejoró la calidad de la educación médica y la prestación de atención médica.11 Algunos residentes informaron que se sentían menos cómodos haciendo preguntas durante las rondas junto a la cama, pero la identificación e intervención tempranas son necesarias para maximizar sus beneficios.12–14

Durante las rondas de mesa, los proveedores de atención médica revisan las historias clínicas de los pacientes, analizan los planes de tratamiento y el progreso, y toman decisiones sobre la atención.15 Muchos miembros del equipo de salud están involucrados, lo que facilita la programación de rondas y ofrece un método más organizado para la toma de decisiones clínicas.16 Sin embargo, el redondeo de mesas a veces puede estar menos centrado en el paciente que el redondeo junto a la cama, ya que los pacientes no participan directamente en la discusión, lo que limita la capacidad del equipo de atención médica para realizar observaciones clínicas y brindar una atención más personalizada.17

En un estudio realizado por Merchant et al, entre 301 médicos tratantes y 195 residentes, las rondas de cabecera se realizaron el 19% de las veces.6 Dos tercios de los residentes prefirieron las rondas de mesa.6 La razón principal por la que el 72% de los residentes y el 47% de los médicos tratantes no preferían las rondas a pie de cama se debía a la larga duración de las rondas.6 La mejora en la presentación oral, las habilidades de examen físico y la educación del paciente mediante la utilización de un lenguaje común que el paciente entienda fue señalada como el beneficio de las rondas junto a la cama por el 84% de los médicos tratantes y el 69% de los residentes.6 Sin embargo, en comparación con otras formas de redondeo, solo el 34% de los residentes sintieron que las rondas junto a la cama les permitieron aprender más sobre la atención al paciente (Cuadro 2).6

Tabla 2.

Opiniones de los asistentes y residentes en las rondas*

Criterios Médicos tratantes Residentes
Porcentaje de redondeo a pie de cama 19%
Ubicación de redondeo preferida para los residentes 67%
Preocupación por el alargamiento de la ronda 47% 72%
Beneficios potenciales de las rondas de cabecera    
Mejorar las habilidades de presentación oral 84% 69%
Mejorar las habilidades de examen físico 84% 69%
Utilizar un lenguaje amigable para el paciente 84% 69%
Habilidades de los médicos tratantes para las rondas a pie de cama 95%
Opiniones de los médicos tratantes sobre la mejora de las habilidades docentes 69%
La creencia de los residentes en la importancia de las rondas de cabecera 62%
Percepción de los residentes de aprender más sobre la atención al paciente con rondas a pie de cama 34%

Abrir en una ventana separada

*Basado en un estudio de Merchant et al.6

En un estudio, se encontraron 394 familias mientras realizaban rondas (261 de habla inglesa y 133 de habla hispana).18 En comparación con las familias de habla inglesa, menos familias de habla hispana participaron en las discusiones del equipo médico en las rondas (64,7% frente a 76,3%, P = 0,02), fueron interrogadas al comienzo de las rondas (44,4% frente a 56,3%, P = 0,03) o participaron en discusiones sobre los requisitos de alta (72,2% frente a 82,8%, P = 0,02). En el caso de los equipos residentes que se redondean con subespecialistas, estas discrepancias se amplificaron (Cuadro 3).18 En un análisis bivariado separado, el estudio comparó el uso de intérpretes, como la interpretación del equipo de atención, los intérpretes telefónicos, los intérpretes remotos por video o los intérpretes del personal en persona.18 No se encontraron diferencias significativas en las presentaciones del equipo, las discusiones sobre los criterios de alta/directivas anticipadas u órdenes, las discusiones sobre el plan diario, la participación de la familia o las preguntas posteriores a la ronda entre los grupos de interpretación.18 Esto sugiere el potencial de los servicios de interpretación para mitigar estas disparidades y mejorar la inclusividad de las rondas médicas para todas las familias, independientemente de su preferencia lingüística.

Tabla 3.

Efecto de la barrera lingüística en el redondeo*

Criterios Familias de habla inglesa Familias de habla hispana
Participación en discusiones del equipo médico 76.3% 64.7%
Interrogatorio inicial en las rondas 56.3% 44.4%
Participación en las discusiones sobre los requisitos de alta 82.8% 72.2%

Abrir en una ventana separada

*Basado en un estudio realizado por Ju et al.18

Esta revisión examina los beneficios y los inconvenientes del redondeo a pie de cama en comparación con el redondeo de mesas, centrándose en la satisfacción del paciente, la comunicación con los proveedores de atención médica, el aprendizaje de los residentes/estudiantes de medicina y los resultados clínicos. Esperamos proporcionar información que pueda informar las prácticas de atención médica y mejorar la atención al paciente comparando y contrastando estos dos enfoques.

PROS Y CONTRAS DEL cierres DE MESA Y EN LA CAMA DE LOS PACIENTES

Con un aumento reciente en la importancia de la atención centrada en el paciente, es vital discutir las ventajas y desventajas desde la perspectiva del paciente y del proveedor para comparar y contrastar los dos métodos médicos de redondeo más comunes con énfasis en la participación y satisfacción del paciente, la enseñanza y el aprendizaje, la comunicación con el médico y la ergonomía de las rondas médicas. Una discusión exhaustiva nos ayuda a profundizar en las perspectivas de los profesionales de la salud y a comprender las nociones percibidas que favorecen la adopción de las rondas de mesa en lugar de las rondas junto a la cama (Cuadro 4).

Tabla 4.

Rondas de cabecera versus rondas de mesa

  Rondas de cabecera Rondas de mesa
Participación y satisfacción del paciente Más participación y satisfacción de los pacientes Menor participación y satisfacción de los pacientes
Enseñanza y aprendizaje Aumento de la educación del paciente Mayores posibilidades de aprender habilidades médicas No se percibe como un buen escenario para las discusiones Menos estructurado para la enseñanza Disminución de la educación del paciente Menores posibilidades de aprender habilidades médicas Percibido como un buen escenario para las discusiones Más estructurado para la enseñanza
Comunicación con el médico Mejora de la comunicación con las enfermeras y el personal paramédico Mejora de las habilidades de comunicación de los médicos, como la empatía, la conciencia cultural y la construcción de relaciones. Menos comunicación con las enfermeras y el personal paramédico No mejora las habilidades de comunicación de los médicos, como la empatía, la conciencia cultural y la construcción de relaciones.
Ergonomía de las rondas médicas Más propenso al hacinamiento Se percibe como algo que consume más tiempo Mayor riesgo de propagación de infecciones Menos propenso al hacinamiento Percibido como un consumo de menos tiempo Disminución del riesgo de propagación de infecciones

Participación y satisfacción del paciente

En comparación con el pasado, el papel del paciente en la discusión de los planes de atención médica y tratamiento ha evolucionado drásticamente de ser un espectador a ser un actor clave que participa plenamente. Con el desarrollo de modelos de sistemas de salud centrados en el paciente,19,20 El paciente se coloca en el centro del sistema, lo que permite una participación plena desde la toma de decisiones hasta la valoración y evaluación.21 Las rondas a pie de cama son cruciales para la participación, la satisfacción y la tranquilidad del paciente, ya que existe la oportunidad de alinear el protocolo de tratamiento con las preferencias y requisitos del paciente. Esto permite a los pacientes tomar mejores decisiones y aumenta su adherencia al tratamiento médico. Una pregunta clave que se debe hacer en este punto es si los pacientes quieren ser parte de las rondas junto a la cama donde pueden tener la oportunidad de discutir mejor sus problemas médicos y, lo que es más importante, discutir lo que tienen en mente.22 La respuesta no es sencilla; Tal vez parezca obvio, pero hay desafíos que dependen de la fortaleza de la relación médico-paciente. En general, los pacientes se sienten más seguros y tranquilos cuando su médico los visita y presta atención a sus inquietudes.23 De esta manera, se dejan claras las preferencias de los pacientes, lo que reduce la ansiedad y aumenta su confianza en el sistema sanitario.24 También es esencial tener en cuenta que no a todos los pacientes les gusta participar en las rondas de cabecera. Pueden quedar envueltos en la jerga médica o sentirse abrumados mientras discuten su compleja información médica.25 Algunos temas pueden ser percibidos como demasiado delicados para discutirlos al lado de la cama. El redondeo al lado de la cama se vio favorecido por un estudio sobre las presentaciones de casos al lado de la cama de una unidad de cuidados intensivos pediátricos porque los padres se sintieron reconocidos, aceptaron el protocolo de tratamiento y mostraron una mayor satisfacción que con una presentación sin cabecera.26 Las rondas de mesa, por otro lado, no involucran a los pacientes y pueden quitarles la mayor parte de la oportunidad de ser participantes activos en su atención médica. Solo en algunos casos, como cuando un paciente está demasiado enfermo para participar o no quiere participar debido a problemas de privacidad,27 ¿Deberían considerarse las rondas de mesa? El redondeo previo para evaluar las preferencias del paciente con respecto al estilo de redondeo puede ayudar a informar la elección de qué estilo de redondeo usar para ese paciente en particular.28

Enseñanza y aprendizaje

Las rondas junto a la cama son esenciales para interactuar con los proveedores y los pacientes y pueden ayudar a desarrollar una buena relación médico-paciente. Permiten a los estudiantes y residentes de medicina adquirir valiosas habilidades médicas, que incluyen la realización de entrevistas con pacientes y la realización de exámenes físicos como parte de su plan de estudios médico. Fomentan el aprendizaje en equipo, lo que puede promover una toma de decisiones multidisciplinaria saludable para adaptar algoritmos de tratamiento específicos.13 Las diferentes dimensiones de las prácticas médicas, como la enseñanza, el aprendizaje y la atención clínica, pueden ir de la mano en el entorno de las rondas a pie de cama.29 Las rondas junto a la cama también desempeñan un papel en la educación del paciente y la familia; Por ejemplo, en pediatría, la educación de la familia o de los padres es un aspecto crucial para brindar atención médica de alta calidad, ya que los padres del paciente pediátrico son los principales responsables de la toma de decisiones.29 Por lo tanto, el redondeo al lado de la cama en tales casos es vital para la educación familiar y puede ayudar a los miembros de la familia y a los padres a tomar mejores decisiones para sus pacientes.

Sin embargo, en un estudio realizado por Gonzalo et al, el personal médico calificó las rondas de cabecera como menos educativas que las rondas de mesa, a pesar de ser beneficiosas para los pacientes.30 Según ellos, la inexperiencia y la estructura desorganizada de las rondas de cabecera dificultaban la enseñanza y el aprendizaje.30 Otro estudio de caso encontró que los estudiantes de medicina no participaban en las rondas junto a la cama con mucho entusiasmo. Por lo tanto, tanto los estudiantes como los médicos perdieron oportunidades de aprendizaje, lo que socavó la eficacia de las rondas de cabecera para el aprendizaje.31 Las razones pueden estar del lado del alumno, como la renuencia interna, la incomodidad, la falta de experiencia y la noción percibida de daño al paciente durante la enseñanza a pie de cama.32 o del lado del paciente, como estar demasiado enfermo, negarse a dar su consentimiento, tener preocupaciones sobre la privacidad o sentirse abrumado debido a un mayor número de estudiantes. Por lo tanto, las rondas de mesa son preferibles en estas circunstancias, ya que resuelven y superan instantáneamente los desafíos que se enfrentan en la enseñanza a pie de cama. Las rondas de mesa pueden acomodar a médicos, residentes y estudiantes de medicina en un solo entorno, facilitar el uso de la tecnología y evitar problemas relacionados con el consentimiento del paciente o la privacidad del paciente.16 Sin embargo, un problema clave con el redondeo de mesas es que los participantes que no están directamente involucrados en el cuidado de un paciente en particular o aquellos que son oyentes pasivos tienen una mayor tendencia a distraerse o involucrarse en distracciones como la navegación por Internet. Esto puede crear una falsa sensación de participación. Por lo tanto, se necesita más investigación sobre esta técnica de redondeo para determinar su eficiencia.

Comunicación con el médico

Las rondas de cabecera también son el centro de comunicación entre los trabajadores de la salud, en particular el personal de enfermería y los médicos. Pueden proporcionar una configuración para construir una excelente relación médico-enfermera, mejorando la calidad de la atención, promoviendo el enfoque centrado en el paciente y la toma de decisiones compartida, y rompiendo la jerarquía.33,34 Las rondas junto a la cama también pueden mejorar eficazmente las habilidades de comunicación de los médicos, lo cual es particularmente importante para los residentes y los médicos emergentes. En el mundo de la inmersión cultural, tanto los pacientes como los proveedores provienen de diferentes orígenes y desconocen las normas culturales y las barreras de comunicación, no solo a nivel de idioma, sino también a nivel de percepción y comprensión.35 Por lo tanto, los proveedores deben tener cuidado con sus sesgos cognitivos y evitar adoptar nociones preconcebidas.36 Por lo tanto, las habilidades de comunicación (tanto verbales como no verbales) son el quid de un sistema eficaz de prestación de atención médica, y pueden aprenderse y mejorarse con el tiempo en el entorno de la interacción regular con el paciente durante las rondas junto a la cama.36 La comunicación hábil se asocia con una mayor satisfacción y autoeficacia del paciente y se ha observado que disminuye el agotamiento del médico.37 Por el contrario, las rondas de mesa proporcionan un entorno para una discusión integral sobre la condición del paciente y las estrategias de tratamiento donde pueden participar proveedores de diferentes especialidades; Sin embargo, no ayudan a los médicos, en particular a los residentes y estudiantes de medicina, a adquirir habilidades como la empatía, la conciencia cultural, la creación de confianza, la escucha activa, la construcción de relaciones y la resolución de problemas.38

Ergonomía de las rondas médicas

Se ha descubierto que los residentes prefieren no dar vueltas al lado de la cama debido a preocupaciones significativas relacionadas con el aumento del tiempo de redondeo, la disminución de las posibilidades de discusiones, las mayores posibilidades de propagación de la infección y el hacinamiento en las salas.2,6 Algunas de estas preocupaciones suenan razonables; Sin embargo, la base de estos obstáculos debe estar respaldada por la investigación de su importancia en el entorno real. Se ha demostrado que el problema del aumento del tiempo de redondeo es solo una percepción. Un estudio encontró una diferencia estadísticamente significativa entre una encuesta previa al proyecto, en la que los proveedores estimaron que tomaría más tiempo realizar rondas junto a la cama (11′45″), y el análisis posterior al proyecto, que mostró una disminución en el tiempo promedio de redondeo por paciente (9′22″).28 Las rondas a pie de cama generalmente son realizadas por equipos médicos, que comprenden médicos, becarios, residentes y estudiantes de medicina. Pueden involucrar a múltiples equipos de diferentes disciplinas tanto para el manejo de pacientes como para la enseñanza de los estudiantes. Tales actividades grupales pueden causar hacinamiento, lo que puede abrumar a los pacientes y puede volverse engorroso e ineficaz.39 Una solución propuesta para este problema es realizar rondas adicionales específicamente para enseñar y enmarcar una hoja de referencia de redondeo multidisciplinaria para un funcionamiento eficiente.28,39 Sin embargo, en el caso de que no se empleen estos métodos, las rondas de mesa entran automáticamente en escena como una alternativa, fomentando su uso.

Un mejor enfoque podría ser refinar las rondas de cabecera existentes en otras más estructuradas28,40,41 e incorporar rondas de mesa donde sin duda se necesiten. Un código de conducta adecuado para todo el día podría ayudar a organizar las rondas junto a la cama priorizando a los pacientes, estableciendo expectativas y límites de tiempo, asegurando la ronda previa por parte de los internos, estudiantes de medicina o residentes, y utilizando la tecnología adecuada junto a la cama, como una estación de trabajo sobre ruedas.28 Dado que las rondas de cabecera y las rondas de mesa son las dos esquinas del sistema de redondeo médico, con las rondas de cabecera más centradas en el paciente y menos convenientes para el proveedor, y las rondas de mesa menos centradas en el paciente y más convenientes para el proveedor, existe un área gris en la superposición entre las dos. Aunque el estilo de redondeo óptimo puede variar según el entorno sanitario y las necesidades del paciente, es crucial seguir un enfoque basado en la evidencia que incluya ambas técnicas de redondeo para alcanzar los niveles más altos de orientación al paciente y conveniencia del proveedor con el fin de tener un sistema eficaz de prestación de atención médica (Figura 3).

CONCLUSIÓN

El debate entre la cabecera de la cama y la mesa redonda es un tema complejo entre los proveedores de atención médica que tienen diferentes percepciones, lo que requiere una cuidadosa consideración de múltiples factores. Los métodos tradicionales, como el redondeo junto a la cama, tienen varios beneficios, como ayudar a los pacientes a comprender sus enfermedades, aumentar la participación del paciente en la toma de decisiones, fomentar la confianza, aumentar las puntuaciones de satisfacción del paciente y aumentar la confianza de otros miembros del equipo. Bajo la guía de los asistentes, los residentes y estudiantes de medicina desarrollan sus habilidades de examen físico, profesionalismo y empatía con el paciente. Las rondas de mesa, por el contrario, son más efectivas para facilitar la educación médica organizada y se consideran apropiadas para los casos en que el paciente está gravemente enfermo o tiene problemas para dar su consentimiento. Parece factible realizar rondas en una mesa en la que se acomoden médicos, residentes y estudiantes de medicina para promover una discusión más detallada de su atención, lo que implica información confidencial sobre el paciente sin dificultades con el permiso o la privacidad del paciente. En ocasiones, el redondeo de mesas puede estar menos centrado en el paciente que el redondeo junto a la cama, ya que los pacientes no participan activamente en la conversación, lo que restringe el potencial del equipo de atención médica para ejecutar observaciones clínicas y brindar una atención más individualizada. La decisión de realizar rondas a pie de cama o de mesa debe depender, en última instancia, de las necesidades y preferencias del paciente, así como de las características particulares de cada centro sanitario. Los profesionales de la salud deben examinar, contrastar y analizar minuciosamente las distinciones entre el redondeo junto a la cama y el redondeo en la mesa y tratar de hacer que la estrategia general de redondeo sea más estructurada y organizada. Al considerar cuidadosamente factores como las necesidades de los estudiantes, las preferencias de los pacientes y los factores ambientales como el hacinamiento, el personal médico puede tomar decisiones bien informadas que prioricen la salud de sus pacientes y promuevan una atención de alta calidad centrada en el paciente. La revisión concluye que se requiere una combinación de rondas junto a la cama y en la mesa para obtener resultados óptimos en la atención al paciente y la educación médica. Los profesionales de la salud pueden contribuir a garantizar que sus pacientes reciban la atención más eficaz abordando las rondas clínicas de manera cuidadosa y utilizando prácticas basadas en la evidencia.

ACKNOWLEDGMENT

We would like to acknowledge the guidance of Nikita Garg, Children’s Hospital of Michigan, Detroit, USA.

References

1. Hulland O, Farnan J, Rabinowitz R, et al.. What’s the purpose of rounds? A qualitative study examining the perceptions of faculty and students. J Hosp Med. 2017;12(11):892–897. doi: 10.12788/jhm.2835. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

2. Rabinowitz R, Farnan J, Hulland O, et al.. Rounds today: a qualitative study of internal medicine and pediatrics resident perceptions. J Grad Med Educ. 2016;8(4):523–531. doi: 10.4300/JGME-D-15-00106.1. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

3. Beigzadeh A, Yamani N, Bahaadinbeigy K, Adibi P.. Challenges and strategies of clinical rounds from the perspective of medical students: a qualitative research. J Educ Health Promot. 2021;10:6. doi: 10.4103/jehp.jehp_104_20. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

4. Watson N, Gibson C, Nowatzke R, Monsma N.. 1175: Bedside rounds or table rounds in the ICU? Crit Care Med. 2018;46(1):571. doi: 10.1097/01.ccm.0000529180.59463.76. (CrossRef) (Google Scholar)

5. Ruopp MD. Bedside rounds. Ann Intern Med. 2019;170(5):344–345. doi: 10.7326/M18-3413. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

6. Merchant NB, Federman DG.. Bedside rounds valued but not preferred: perceptions of internal medicine residents and attending physicians in a diverse academic training program. South Med J. 2017;110(8):531–537. doi: 10.14423/SMJ.000000000000068. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

7. Heip T, Van Hecke A, Malfait S, Van Biesen W, Eeckloo K.. The effects of interdisciplinary bedside rounds on patient centeredness, quality of care, and team collaboration: a systematic review. J Patient Saf. 2022;18(1):e40–e44. doi: 10.1097/PTS.0000000000000695. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

8. Ramirez J, Singh J, Williams AA.. Patient satisfaction with bedside teaching rounds compared with nonbedside rounds. South Med J. 2016;109(2):112–115. doi: 10.14423/SMJ.0000000000000419. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

9. Ngo TL, Blankenburg R, Yu CE.. Teaching at the bedside: strategies for optimizing education on patient and family centered rounds. Pediatr Clin North Am. 2019;66(4):881–889. doi: 10.1016/j.pcl.2019.03.012. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

10. Schwartz JI, Gonzalez-Colaso R, Gan G, et al.. Structured interdisciplinary bedside rounds improve interprofessional communication and workplace efficiency among residents and nurses on an inpatient internal medicine unit (published online ahead of print, 2021 Jan 12). J Interprof Care. 2021;1–8. doi: 10.1080/13561820.2020.1863932. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

11. McNeil C, Muck A, McHugh P, Bebarta V, Adams B.. Bedside rounds versus board rounds in an emergency department (published correction appears in Clin Teach. 2015;12(3):222). Clin Teach. 2015;12(2):94–98. doi: 10.1111/tct.12271. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

12. Pingree EW, Freed JA, Riviello ED, et al.. A tale of two rounds: managing conflict during the worst of times in family-centered rounds. Hosp Pediatr. 2019;9(7):563–565. doi: 10.1542/hpeds.2019-0047. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

13. Ratelle JT, Gallagher CN, Sawatsky AP, et al.. The effect of bedside rounds on learning outcomes in medical education: a systematic review. Acad Med. 2022;97(6):923–930. doi: 10.1097/ACM.0000000000004586. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

14. Khalaf Z, Khan S.. Education during ward rounds: systematic review. Interact J Med Res. 2022;11(2):e40580. doi: 10.2196/40580. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

15. Ricotta DN, Smith CC, McConville JF, Leeper CM.. Bedside rounds vs. board rounds in graduate medical education: a narrative review. Am J Med. 2020;133(8):901–906. doi: 10.1016/j.amjmed.2020.03.022. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

16. Solomon JM, Bhattacharyya S, Ali AS, et al.. Randomized study of bedside vs hallway rounding: neurology rounding study. Neurology. 2021;97(9):434–442. doi: 10.1212/WNL.0000000000012407. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

17. Lichstein PR, Atkinson HH.. Patient-centered bedside rounds and the clinical examination. Med Clin North Am. 2018;102(3):509–519. doi: 10.1016/j.mcna.2017.12.012. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

18. Ju A, Sedano S, Mackin K, Koh J, Lakshmanan A, Wu S.. Variation in family involvement on rounds between English-speaking and Spanish-speaking families. Hosp Pediatr. 2022;12(2):132–142. doi: 10.1542/hpeds.2021-00622. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

19. Emanuel EJ, Emanuel LL.. Four models of the physician-patient relationship. JAMA. 1992;267(16):2221–2226. doi: 10.1001/jama.1992.03480160079038. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

20. Constand MK, MacDermid JC, Dal Bello-Haas V, Law M.. Scoping review of patient-centered care approaches in healthcare. BMC Health Serv Res. 2014;14:271. doi: 10.1186/1472-6963-14-271. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

21. Guadagnoli E, Ward P.. Patient participation in decision-making. Soc Sci Med. 1998;47(3):329–339. doi: 10.1016/s0277-9536(98)00059-8. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

22. Levinson W, Kao A, Kuby A, Thisted RA.. Not all patients want to participate in decision making. A national study of public preferences. J Gen Intern Med. 2005;20(6):531–535. doi: 10.1111/j.1525-1497.2005.04101.x. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

23. Walton V, Hogden A, Long JC, Johnson JK, Greenfield D.. Patients, health professionals, and the health system: influencers on patients’ participation in ward rounds. Patient Prefer Adherence. 2019;13:1415–1429. doi: 10.2147/PPA.S211073. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

24. Little P, Everitt H, Williamson I, et al.. Preferences of patients for patient centred approach to consultation in primary care: observational study. BMJ. 2001;322(7284):468–472. doi: 10.1136/bmj.322.7284.468. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

25. Lehmann LS, Brancati FL, Chen MC, Roter D, Dobs AS.. The effect of bedside case presentations on patients’ perceptions of their medical care. N Engl J Med. 1997;336(16):1150–1155. doi: 10.1056/NEJM199704173361606’. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

26. Landry MA, Lafrenaye S, Roy MC, Cyr C.. A randomized, controlled trial of bedside versus conference-room case presentation in a pediatric intensive care unit. Pediatrics. 2007;120(2):275–280. doi: 10.1542/peds.2007-0107. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

27. Schandl A, Falk AC, Frank C.. Patient participation in the intensive care unit. Intensive Crit Care Nurs. 2017;42:105–109. doi: 10.1016/j.iccn.2017.04.006. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

28. UNC School of Medicine. Implementing Patient Centered Multidisciplinary Bedside Rounds. https://www.med.unc.edu/medicine/wp-content/uploads/sites/945/2019/01/Implementing-Patient-Centered-Multidisciplinary-Bedside-Rounds.pdf

29. Sandhu AK, Amin HJ, McLaughlin K, Lockyer J.. Leading educationally effective family-centered bedside rounds. J Grad Med Educ. 2013;5(4):594–599. doi: 10.4300/JGME-D-13-00036.1. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

30. Gonzalo JD, Chuang CH, Huang G, Smith C.. The return of bedside rounds: an educational intervention. J Gen Intern Med. 2010;25(8):792–798. doi: 10.1007/s11606-010-1344-7. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

31. Quilligan S. Learning clinical communication on ward-rounds: an ethnographic case study. Med Teach. 2015;37(2):168–173. doi: 10.3109/0142159X.2014.947926. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

32. Gonzalo JD, Masters PA, Simons RJ, Chuang CH.. Attending rounds and bedside case presentations: medical student and medicine resident experiences and attitudes. Teach Learn Med. 2009;21(2):105–110. doi: 10.1080/10401330902791156. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

33. Gonzalo JD, Kuperman E, Lehman E, Haidet P.. Bedside interprofessional rounds: perceptions of benefits and barriers by internal medicine nursing staff, attending physicians, and housestaff physicians. J Hosp Med. 2014;9(10):646–651. doi: 10.1002/jhm.2245. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

34. Kato H, Clouser JM, Talari P, et al.. Bedside nurses’ perceptions of effective nurse-physician communication in general medical units: a qualitative study. Cureus. 2022;14(5):e25304. J doi: 10.7759/cureus.25304. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

35. Vidaeff AC, Kerrigan AJ, Monga M.. Cross-cultural barriers to health care. South Med J. 2015;108(1):1–4. doi: 10.14423/SMJ.0000000000000221. (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

36. Oliveros E, Brailovsky Y, Shah KS.. Communication skills: the art of hearing what is not said. JACC Case Rep. 2019;1(3):446–449. doi: 10.1016/j.jaccas.2019.09.003. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

37. Boissy A, Windover AK, Bokar D, et al.. Communication skills training for physicians improves patient satisfaction. J Gen Intern Med. 2016;31(7):755–761. doi: 10.1007/s11606-016-3597-2. (PMC free article) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

38. Chichirez CM, Purcărea VL.. Interpersonal communication in healthcare. J Med Life. 2018;11(2):119–122. (PMC free article) (PubMed) (Google Scholar)

39. Tuite DR, Healy D, MacKinnon TS.. Implementación del redondeo interprofesional a pie de cama en la etapa de precalificación. J Multidiscip Healthc. 2016; 9:557-558. doi: 10.2147/JMDH. S121999. (Artículo gratuito de PMC) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

40. Collett J, Webster E, Gray A, Delany C.. Equipar a los estudiantes de medicina para el aprendizaje en salas. Clin Teach. 2022; 19(4):316–322. doi: 10.1111/tct.13500. (Artículo gratuito de PMC) (PubMed) (CrossRef) (Google Scholar)

41. Gray AZ, Modak M, Connell T, Enright H.. Estructurar las rondas de barrio para mejorar la educación. Clin Teach. 2020; 17(3):286–291. doi: 10.1111/tct.13086. (PubMed) (Referencia cruzada) (Google Académico)

Source link

About Admin

Check Also

SAVALNET – Science and Medicine

Several studies have linked dietary factors such as caffeine, fish and vegetable intake to risk. ... Read more

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *